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24 de octubre de 2012

Concepciones

Concepciones

La enunciación explícita de las concepciones da cuenta del permanente análisis y desvelamiento de los posicionamientos teóricos que sostienen, contienen y no retienen como límites absolutos a las propuestas pedagógicas. Constituyen un paso necesario para reflexionar y consolidarlas. Por ello, la Institución basa su propuesta en las siguientes concepciones:

Concepciones de la Infancia

El concepto de infancia supone la concepción del niño como un ser heterónomo que necesita protección, y esta construcción se da paralelamente al proceso de pedagogización que surge con el nacimiento de la escuela moderna.
En la actualidad, coincidiendo con la tesis de Naradosky, el concepto moderno de infancia está en crisis. Por un lado, la infancia "hiperrealizada" de los niños que ya no forman un "mundo aparte" del de los adultos ya que bajo la influencia de los medios de comunicación, acceden a un volumen de información que antes les era vedada. Y por el otro, la infancia "desrealizada" o marginal, en el que los niños también ingresan en un mundo de autonomía que los obliga a generar su propia subsistencia. En este contexto, los educadores deben plantearse cuál es su papel. La escuela moderna está en crisis porque el sujeto para el cual fue creada, no existe ya o al menos, está cambiando a pasos agigantados.

Concepción de Enseñanza

La enseñanza puede considerarse como un proceso que facilita la transformación permanente del pensamiento, las actitudes y los comportamientos de los alumnos/as, provocando un contraste de sus adquisiciones más o menos espontáneas en su vida cotidiana con las proposiciones de las disciplinas científicas, artísticas y especulativas y también estimulando su experimentación en la realidad.

Concepción de Aprendizaje

Si tomamos la idea de Vigotski, el aprendizaje es una actividad social, y no sólo un proceso de realización individual como hasta el momento se ha sostenido; una actividad de producción y reproducción del conocimiento mediante la cual el niño asimila los modos sociales de actividad y de interacción, y más tarde en la escuela, además, los fundamentos del conocimiento científico, bajo condiciones de orientación e interacción social.
Este concepto del aprendizaje pone en el centro de atención al sujeto activo, consciente, orientado hacia un objetivo; su interacción con otros sujetos (el profesor y otros estudiantes) sus acciones con el objeto con la utilización de diversos medios en condiciones sociohistóricas determinadas. Su resultado principal lo constituye las transformaciones dentro del sujeto, es decir, las modificaciones psíquicas y físicas del propio estudiante, mientras que las transformaciones en el objeto de la actividad sirven sobre todo como medio para alcanzar el objetivo del aprendizaje y para controlar y evaluar el proceso.

Concepción de Currículum

Aunque en sus orígenes el término currículum venía asociado a lo que debía enseñarse en las escuelas, esto es, el contenido de las disciplinas que había que transmitir, sin embargo, los problemas prácticos que esta forma de entenderlo suscitaba y la continua reflexión sobre el mismo han ido poniendo en cuestión sucesivas concepciones. La complejidad del concepto de currículum estriba en que ante cualquier delimitación del mismo siempre hay que definirse con respecto a una serie de disyuntivas, cada una de las cuales da lugar a distintas repercusiones, tanto en el plano del análisis como en el de las decisiones para la enseñanza.
Según se defina el currículum, se está indicando que lo importante es seleccionar los contenidos culturales que se deben enseñar; o decidir qué debe ser capaz de hacer un alumno al final de un curso; o formular las actividades y experiencias que deben realizarse en clase; o se está considerando cuál es la forma por la que esas aspiraciones se pueden conseguir en la práctica; o se piensa que no existe el currículum sino cuando es adaptado y concretado a las circunstancias de un aula.

Concepción de Contenidos

Si bien tradicionalmente la escuela centró la enseñanza en la transmisión de datos, información y, en algunos casos, conceptos, es necesario avanzar en una concepción de enseñanza que involucre procedimientos y estrategias cognitivas que permitan operar sobre conocimientos y producir nuevos.  Así también resulta imposible comprender los aprendizajes escolares haciendo abstracción de los componentes vivenciales y valorativos que ordenan a la experiencia escolar. 
La enseñanza debe asegurar a los alumnos la posibilidad de apropiarse de saberes que favorezcan la construcción y reestructuración de esquemas de conocimiento para el desarrollo de capacidades en relación al pensamiento, a la acción y a la valoración.
En este contexto, los contenidos constituyen el conjunto de saberes considerados relevantes y socialmente significativos, que deben promover la formación de capacidades cognitivas, como también prácticas, éticas, interactivas y estéticas, sus niveles de integración y su aplicación en todos los ámbitos de la vida tanto individual como social. Con esta concepción se pretende vincular significativamente el desarrollo cognitivo en contextos cotidianos y el producido en contextos de enseñanza.
Así, la escuela se constituye en el ámbito por excelencia en el cual se pueden adquirir diferentes experiencias que permitan el logro de competencias. Una competencia se define como un "saber hacer, con saber y con conciencia", por medio de la cual el alumno puede dominar diferentes tipos de contenidos, aplicarlos en la resolución de múltiples situaciones que se le presenten, reconocerlos y valorarlos según sus propias necesidades y las de su ambiente. Las competencias implican una combinación de diversas capacidades en estructuras adaptadas a cada situación. 

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